Antes de casarte ¡lee esto!

¿Casarse... Si o no?

Lo que debes saber antes de casarte
Imagen: La dicha de ser tú [Todos los derechos reservados]

No cabe duda de que los tiempos han cambiado, mientras las generaciones anteriores formaban su familia incluso antes de los 20’s, hoy en día la tendencia es casarse alrededor de los 30's o incluso no hacerlo. Hoy lo que mueve a las generaciones modernas es seguir la tendencia a viajar, estudiar en el extranjero, salir a divertirse cada noche con una pareja diferente y ni hablar de querer tener hijos. 

De entrada, años atrás la conquista era un arte, el hombre ideaba todo un plan para acercarse a la mujer de sus sueños, tenía una estrategia y ponía empeño en su tarea. Realmente deseaba conocer a la chica que le gustaba, la respetaba y sabía que había un compromiso al iniciar una relación. Ahora es fácil intercambiar números en una noche de antro, salir el fin de semana siguiente y después de una relación casual, repetir los mismos pasos con una persona distinta la próxima ocasión. Total, qué más da, si estamos en la época del liberalismo, de los amigos con derechos, de “es tu cuerpo tú decides” y de la sexualidad sin compromisos ni responsabilidades. 

Obviamente nuestro cerebro se acostumbra rápidamente a recibir placer con poco esfuerzo, ¿para qué complicarnos la existencia con una pareja real y estable en la que claramente vamos a necesitar dedicar más tiempo y determinación, sin mencionar que habremos de entablar esas temidas charlas incómodas?. Mejor continuar con el ritmo de vida que ya se tiene, sin mortificaciones. 

A veces es fácil creer que seremos jóvenes eternamente, encasillarnos en una vida libre de obligaciones, de aparentes resultados inmediatos y con poco esfuerzo. Sin embargo, es bien sabido tanto en los negocios como en muchos otros aspectos, el que quiere invertir poco, tiende a recibir rendimientos igualmente bajos. No podemos esperar mucho de una relación que se sostiene una sola noche.

Sabiendo esto, es lógico dudar de los matrimonios modernos. Si de inicio la relación no trae las bases mínimas necesarias no tiene caso planear una boda. Claramente ha cambiado el sentido del amor y la familia. Sin duda, viajar es enriquecedor y relajante, estudiar en el extranjero es una excelente opción para conocer nuevas culturas y crearse oportunidades para el futuro. Las noches de antro pueden ser una buena opción para divertirse. Pero en algún momento habrá que madurar, crecer y plantearse cuál es la vida que realmente deseamos construir y mantener a largo plazo. No debemos autoengañarnos ni subestimar la magia y el placer que nos brinda el verdadero amor. 

Actualmente, se habla mucho de los matrimonios que aguantaron de todo, de mujeres reprimidas, de hombres violentos, de malos tratos, de abusos emocionales, físicos y sexuales. Pero y qué pasa con esos vínculos ejemplares, de los que se habla poco pero que en el fondo de su ser muchas personas anhelan. Casarse con la persona correcta es una de las experiencias más placenteras, y de las decisiones más importantes. La pareja ideal existe, tan sólo requiere pasar por un túnel oscuro lleno de platicas complicadas, bastante tiempo de calidad, cero máscaras y cierta habilidad para resolver conflictos.

Es recomendable, ver la otra cara de la moneda, hablar de esas relaciones emocionalmente estables, que poseen responsabilidad afectiva, individuos sanos que comparten su tiempo con un ser de características similares. Si se trata de unir nuestras vidas con una pareja, la razón para hacerlo debe ser el haber encontrado en una sola persona el amor más puro y sincero que jamás se había conocido. Desear tener hijos porque se cree en la belleza de la vida, saber que no hay palabras para describir la magia de ver a un pequeño individuo que es mitad tú y mitad el ser que amas.

Pocos tienen la fortuna de encontrar un amor puro, claro que no se da en automático eso de conocer a una persona que te acepta tal cual eres, que por tu parte también amas y respetas por ser quien es. Que te impulsa a crecer y ser mejor de lo que fuiste ayer. Para encontrar a alguien así, primero debes tener muy claros tus principios e ideales, saber mejor que nadie quién eres y qué es lo que deseas para ti, conocer muy bien tus virtudes y defectos. Ser muy consciente de aquellas cosas que estás dispuesto a tolerar y las que definitivamente no quieres para tu vida. Si estás pensando en casarte, basta con ser realista, conocer a tu pareja y saber quién es él o ella como individuo. 

La vida es más que títulos y logros tangibles para poder presumir a la sociedad. En redes sociales puedes aparentar, en tu trabajo es fácil fingir felicidad, pero a fin de cuentas todo se reduce a cómo te sientes en tu día a día. No se puede describir la alegría de acostarte por las noches, mirar al lado tuyo y ver al amor de tu vida bebiendo su café, leyendo un libro o mirando su programa favorito, así sin más, y simplemente saber en el fondo de tu ser que has elegido a la persona correcta. Cómo ponerle precio al hecho de construir un hogar. Un sitio al que siempre da gusto volver, que es tu refugio aún después de un día díficil, pues sabes que en casa te espera tu realidad, esas personas que son tu dicha, simplemente tu paz.

- La dicha de ser tú [Por Diana Armendáriz, Todos los derechos reservados]



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