Imágen tomada de la web, créditos a quien corresponda
Vive plenamente
Equivocadamente nos han enseñado que el rumbo de nuestra vida depende de los demás, inconscientemente hemos aprendido a dejar que otros nos digan qué es lo que debemos hacer e incluso cómo realizarlo. Es común que tanto las figuras de autoridad como los medios de comunicación y redes sociales inunden nuestra mente con ideas de lo que es válido y lo que no. La verdad es que muchas veces no nos quejamos al respecto porque esto nos pone en una situación muy cómoda: si recibimos instrucciones, consejos o sugerencias de un tercero no tenemos que pensar por nosotros mismos y mejor aún, si recibimos un resultado que no sea de nuestro agrado podemos culpar a aquella persona que nos haya indicado hacer aquello que realizamos.
Pero piénsalo bien, fuiste creado como un ser único e irrepetible y se te dio tu propia mente. En el fondo de tu ser, sabes que tus metas, ilusiones y verdaderos anhelos no tienen porque limitarse a ser lo que el resto del mundo te autorice. Si no te cuestionas sobre quién eres, de dónde vienes y a dónde quieres llegar, serás como una hoja que se mueve al ritmo del viento, que literalmente llega hasta donde la brisa le permita.
Ciertamente existen cosas que no puedes controlar, como los diversos estados del clima, las conductas de los demás, por mencionar algunos. Pero no olvides que tienes total y absoluto control sobre tu estado de ánimo, sobre lo que haces o dejas de hacer, la manera en que reaccionas a todo lo que te sucede y sobre la forma en que decides pensar y vivir tu día a día.
Esta vida te pertenece solamente a ti, tómala con determinación y dirígela en torno a donde tu corazón te lo indique, nadie más puede reemplazarte y tomar tu lugar. No existe quien pueda ser un mejor tú que tú mismo. Pregúntante ¿qué has venido a hacer a este mundo?, y si actualmente tu estilo de vida no es el que realmente deseas y mereces, entonces ¿qué esperas para cambiar la situación?, recuerda que depende solamente de ti.
No seas como la hoja que se mueve sin rumbo fijo, dirígete justamente hacia donde quieres llegar, y no culpes a nadie más. Respóndete sin mentiras, encuentra tu propósito y ve por él sin temor, si te equivocas al menos habrás obrado con tu propia convicción y cometerás un error que fue solamente tuyo, de nadie más. Así es como aprenderás las mejores lecciones de tu vida. Recuerda que entre más te conozcas a ti mismo más ventaja tendrás sobre los demás.
-La dicha de ser tú [Todos los derechos reservados]
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