Sana a tu niño interior 
Fotografía: Puerto Vallarta, México (Todos los derechos reservados)
Bienvenido al blog, es maravilloso tener la iniciativa de buscar información útil para tu bienestar emocional, el hecho de que estés leyendo esto te hace formar parte del grupo selecto de personas que tienen determinación y en realidad quieren superarse para lograr crecer personalmente, estar aquí es un gran paso en tu camino de sanación espiritual, porque de eso se trata justamente, de un proceso que lleva su tiempo. Ten muy presente que si deseas curar las viejas heridas que aún te duelen debes tenerte mucha paciencia, evitar juzgarte y sobre todo tratarte con amor, esto requiere de mucha dedicación, no esperes sanar de la noche a la mañana.
Heridas de la infancia
En la niñez todos somos vulnerables, necesitamos mucho amor, comprensión y paciencia mientras crecemos. Somos tan frágiles que suele ser muy común llegar a adultos ya con varias heridas que marcaron nuestra infancia. Tal vez tus padres no supieron amarte como necesitabas, seguramente te amaban a su manera pero no de la forma en que tu esperabas que lo hicieran. Posiblemente tienes hermanos, familiares o conocidos que también te lastimaron de una u otra forma, tal vez te llegaste a sentir solo, triste, maltratado, humillado.Durante los primeros años de nuestra vida es cuando se forma gran parte de nuestra personalidad, no se desarrolla del mismo modo un niño que creció acompañado por su padre y madre, que fue amado, apreciado y valorado, a uno que creció huérfano, sintiéndose sólo y desamparado. Sería maravilloso que todos los niños vivieran en un ambiente favorable, lleno de amor, paz y tranquilidad. Pero en esta vida no todo es miel sobre hojuelas, aún en los mejores escenarios suceden situaciones inesperadas, que no podemos controlar y nos lastiman de alguna manera. Lo importante es comprender que ahora eres el adulto que esta a cargo de tu niño interior y eres justamente la persona indicada para ayudarte a sanar tus propias heridas emocionales.
Ese niño pequeño que fuiste alguna vez sigue vivo en ti, al convertirnos en adultos continuamos siendo esos niños que fuimos hace algunos años atrás. Seguramente en cierto momento te habrás sentido paralizado al intentar hablar en público, nervioso en tu reunión de trabajo, rechazado en una fiesta familiar. Te preguntarás, ¿cómo es posible que a estas alturas de la vida te sigas sientiéndo de esa forma? se supone que al crecer seríamos fuertes e indestructibles. Bueno, seguimos siendo seres humanos, eso nos mantiene vulnerables sin importar la edad. Pero ¿sabes una cosa? ahora que eres mayor, cada vez que te cuesta trabajo realizar cierta actividad me atrevo a afirmar que se debe a una herida de tu infancia que aún continúa abierta, que muy en el fondo de tu ser todavía te sigue lastimando. Por ello es importante tomar consciencia de quiénes somos, conocernos mejor que nadie y trabajar en esos detalles que nos impiden ser nosotros mismos.
5 pasos para curar tu alma:
1. Tente mucha paciencia, de ahora en adelante, trátate justamente como te hubiera gustado que lo hicieran cuando eras pequeño. Ten presente que estás intentando cambiar los patrones de conducta que te han guíado por años, esto requiere tiempo, dedicación y paciencia infinita.
2. Identifica tus heridas, de la misma forma que se debe conocer un problema para poder solucionarlo, es importante que tengas bien definido aquello que te duele para poder tratarlo. Para ello te recomiendo conseguir papel y lápiz (No lo hagas en un dispositivo electrónico, es mejor que lo escribas con tu puño y letra).
Elabora una lista donde escribas todos aquellos apodos, frases y cosas negativas que solían decirte tus padres cuando eras niño.
IMPORTANTE: Tómate tu tiempo y trae a tu memoria todo lo que puedas recordar, no dudes en anotar todo aquello que te sea necesario.
Ejemplo paso 2
3. Pon atención al sentimiento que te provoca: Vigila muy bien cómo te hace sentir cada elemento de tu lista, date el consuelo que no supieron darte en aquel momento, respira profundo y continúa. Ahora intenta recordar cuáles otras frases te lastimaron mientras crecías, cosas que escuchaste de cualquier otra persona, tus maestros de la escuela, tus vecinos, abuelos, cualquier familiar, amigo, vecino que te haya hecho sentir menospreciado.
Ejemplo paso 3
4. Detecta cuáles de esos mensajes aún te duelen. Cuando hayas terminado con tus listas , sé muy honesto contigo mismo y pregúntate cuáles de esos mensajes continúan lastimándote. Posteriormente evalúa si actualmente sigues pensando que son ciertos o no, notarás que la mayoría de ellos son cosas que simplemente alguna persona mal intencionada comentó hace años atrás y tú lo tomaste como una verdad absoluta para tu vida. Decidiste creerlo y cargar con ello a lo largo de tus días, aquí es muy importante que pongas una marca para diferenciar aquellas que aún crees de aquellas que no. Te aseguro que la mayoría de ellas no tienen nada que ver con tu realidad, no son verdaderas hoy en día y seguramente nunca lo fueron, pero en el tiempo que las escuchaste no tenías la capacidad de discernir si eran verdad o no.
5. Cambia tus pensamientos usando afirmaciones positivas. En este paso debes tener bien identificadas aquellos mensajes que más te dañaron mientras crecías, esos que aún te duelen o aún crees que son ciertos. Deberás trabajar en cambiar tus pensamientos para lograr liberarte de esas ideas que todavía controlan tu personalidad y afectan tu bienestar. Para ello te recomiendo crear una última lista donde cambies cada mensaje negativo por uno positivo. Tenla en un sitio donde puedas verla constantemente. Poco a poco, irás soltando de tu ser esas ideas que te mantienen prisionero hasta el momento. Te dejo un ejemplo enseguida:
Espero que esta actividad te resulte de mucha utilidad, no olvides darte el apoyo que no supieron darte cuando eras pequeño, tómate el tiempo para realizar cada lista con todo aquello que te sea posible recordar, busca en lo más profundo de tu ser para ayudarte a estar en paz con tu pasado.
Recuerda que eres la única persona con el poder de pensar dentro de tu mente, nadie puede pensar por ti, comienza por eliminar de tu vocabulario diario todas aquellas cosas que no quieras que se vuelvan realidad, cambia las frases que te minimicen por ideas que te hagan sentir fuerte y valioso.
Tú puedes hacerlo, si tienes dudas o comentarios escríbelos aquí abajo.
- La dicha de ser tú (Todos los derechos reservados)
Comentarios
Publicar un comentario